Anarquía
La principal característica de la anarquía, sería una sociedad en donde no existiera el Estado. En donde el valor fundamental sea la libertad individual. Es decir, se trata de una ideología ultraindividualista. Para entenderla, hay que comprender lo opuesto, es decir, el colectivismo.
El colectivismo se basa en un concepto fundamental: que es necesario reprimir los impulsos humanos –es decir, la libertad individual- porque esta es la única forma en que los hombres pueden convivir. Para eso se crea el Estado –el Leviatán- que aplasta los impulsos egoístas de las personas.
El anarquismo es básicamente lo opuesto a esto. Es un sistema en donde no existe el Leviatán y la conducta humana no es reprimida en absoluto. El problema con muchos pseudoteóricos y pseudolibertarios anarquistas, es que consideran que en una sociedad en anarquía, las personas vivirán en comunidades y todos tendrán buena conducta y serán amables unos con otros. Resumiendo, creen que la gente puede convivir en paz sin la necesidad de que exista autoridad y que eso sería la Anarquía.
Esta teoría es errónea por dos cosas. Primero está el hecho de que resulta altamente improbable que las personas puedan vivir en paz sin autoridad de ningún tipo. Segundo, que si esto fuera posible, dicha sociedad no sería una anarquía. ¿Y por qué no? Porque requeriría estar poblada por una manada de hippies amables y eso en los hechos es una seria limitación a la conducta humana. Una anarquía debe admitir TODOS los impulsos humanos, sean buenos, malos o regulares.
Yo por ejemplo no quiero ser amable. No quiero compartir mi comida, ni mi casa. Me niego a admitir que a mi mujer se la garchen una manada de negroides bajo la excusa de que nadie es propiedad de nadie, etc. Pero si vos me querés prestar a tu mujer una tarde me parece estupendo. Avisá. Pero a mí no me pidas lo mismo.
Yo quiero propiedad privada y que mi mujer sea fiel. Quiero la posibilidad de lucrar. De decir y pensar lo que quiero. Y de defender mis derechos incluso utilizando la violencia. Así de simple. No quiero un Estado que moleste y me rompa las pelotas y me diga qué hacer y qué no. Y tampoco quiero vivir en una comunidad de hippies homosexuales fuma porros.
Yo quiero libertad. Y la libertad implica sencillamente que cada ser humano haga lo que se le cante la garcha. A veces uno hará buenas obras y le dará un pedazo de pan a algún muerto de hambre que deambula por ahí. A veces no.
Solidaridad. Te dicen. La solidaridad me la paso bien por el forro de las pelotas que ya bastante harto me tienen esta manga de solidarios que todos los meses me roban la plata que me gané. ¿Querés ser solidario? Perfecto. Pero con TU plata, no la mía, la puta que te parió.
Naturalmente, no creo que una anarquía sea un sistema viable. Un Estado siempre es necesario por razones antes dichas, que son a su vez de puro sentido común. Pero el Estado tiene que ser chiquititititititititititito. Minúsculo. Cosa de que el grado de libertad individual sea muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuy grande. No sé si me explico.