jueves, 30 de noviembre de 2006

Enemiga

Esta perra es mi enemiga. Me quiere sacar mis armas. ¿ME QUERÉS SACAR MI GLOCK 9 MM? ¿ME LA QUERÉS SACAR? ¿EH? ¿EH?

Puta perra estatista. Va en contra de mi Sacrosanto Derecho A Portar Armas. Porque la gente no es responsable, piensa ella. Somos tan giles que no sabemos manejar un arma de manera segura, dice. A mí, que usé mi rifle de asalto de almohada, que me acompañaba en las largas noches solitarias. A mí que limpié mi rifle con ferviente dedicación. Me dice, esta perra, que no somos responsables.

¿Saben por qué? Porque como buena puta perra estatista que es, quiere que el Estado monopolice la violencia. Así no hay posibilidad de oposición. Así nuestra única arma es votar cada cinco años una basura de papeleta inútil.

¿Sabés qué? Me cago en todas tus putas papeletas y en tu democracia inmunda. A mí dejame mis armas, perra. Si a vos te lo digo Daisy Tourné.

miércoles, 29 de noviembre de 2006

Ubicación

Existe una falsa creencia bastante extendida en nuestra región: que los países desarrollados quieren someter a Latinoamérica, dirigen a gobiernos títeres a su antojo, dominan a las naciones a través de organismos como el FMI, el BM, etc… Y que consideran a América Latina como un continente vital para sus intereses.

Esto es una visión producto de la influencia de ideologías. Para una persona que cree en una de ellas, es necesario dividir el mundo entre buenos y malos. Aquello en lo que él cree será el Bien, y lo opuesto o lo distinto, el Mal. Habrá matices, pero este es básicamente el modo de ver las cosas de esta gente.

Naturalmente esta visión del mundo es errónea. Se deben analizar las relaciones entre los distintos grupos de poder, y no ver de qué parte está la bondad. El Bien y el Mal no valen nada absolutamente. Perder el tiempo en eso, es algo así como querer dilucidar si un león hace bien en comer una gacela: estúpido, pues el león ataca y la gacela corre, así son las cosas y no hay nada que hacerle.

Creer que el hombre está por encima de un animal cualquiera y que puede actuar con bondad, es una soberana tontería. Quítenle la comida a una persona por unos cuantos días y verán como hasta el más honesto y bueno de todos, es capaz de hacer cualquier cosa por conseguir alimento. Toda su moral y ética valdrán menos que la mierda.

Pero regresemos al tema: la relación entre Latinoamérica y los países desarrollados. Es importante saber que nuestra región no ocupa un puesto importante en el mundo. La época de la Guerra Fría, en la cual Estados Unidos intervenía activamente ha terminado. Latinoamérica es vista cada vez más como un continente equivalente a África. El juego está en Eurasia, en el heartland, no acá.

El informe Linkohr realizado por un político socialista de la Unión Europea, señala:

“La influencia de América Latina en el acontecer mundial está decreciendo. La participación de la región en el comercio y la economía mundiales es pequeña y cada vez menor, a medida que crecen las economías de Asia”.

Un estudio de la CIA titulado América Latina en el 2020, dice:

“Pocos países podrán sacar ventajas a las oportunidades de desarrollo y América Latina como región verá crecer la brecha que la separa de los países más avanzados del planeta”.

Hay un creciente desinterés respecto a Latinoamérica y cada vez más se la considera como un conjunto de países atrasados sin perspectivas de futuro. Lo único que va quedando es la caridad. Chávez no es visto como una amenaza. En realidad, el peligro que ven las naciones ricas es la debilidad institucional de los países subdesarrollados. Esta debilidad redunda en que los Estados no tengan control sobre sus territorios y esto a su vez provoca una serie de problemas que preocupan a las naciones ricas: la violencia en forma de delincuencia organizada, el narcotráfico, el terrorismo y las epidemias.

Incluso ya están apareciendo intelectuales como Fukuyama, que están haciendo un mea culpa respecto a las políticas neoliberales impulsadas en los países del tercer mundo durante la década de los 90. Según su perspectiva el achicamiento de los Estados provocó que los países perdieran control sobre su territorio y los consiguientes problemas.

De cualquier forma es bueno saber que nos encontramos en una región aislada del mundo, cada vez más irrelevante y lejos, muy lejos del heartland

El futuro de Latinoamérica probablemente sea el siguiente:

- países divididos: imposibilidad de formar bloques regionales necesarios para competir efectivamente en el mercado mundial.

- Esto provocará escaso crecimiento económico.

- Aumentará la pobreza y sus problemas derivados: violencia y epidemias.

- Las inversiones extranjeras disminuirán pues Latinoamérica será una región poco atractiva por no tener un bloque comercial integrado (lo que equivale a un mercado pequeño) y por ser peligrosa. El peligro siempre redunda en costos altos y en incertidumbre.

- La falta de inversiones hundirá aún más al continente en la pobreza.

- Aumentarán las ideas radicales: la masa será conducida por caudillos.

- El caudillismo al ser personalista seguirá atentando contra una efectiva integración.

Así que ya saben como viene la mano. Es bueno saberlo, no sé para qué mierda, pero es bueno saberlo…

herencia

Primero que nada ubiquémonos. Veamos de qué está hecho el uruguayo promedio.

Como es sabido la mayoría desciende de italianos y españoles. Uno de los errores más grandes fue el haber echado a los ingleses cuando nos invadieron allá por el año 1808. Ese momento fue el más trágico de la historia nacional: cuando echaron a los ingleses. Pero bueno, de nada sirve lamentarse.

Veamos cuales son las características de los dos pueblos de quienes descendemos: italianos y españoles… Los primeros son cobardes. Famosos en toda Europa por las deserciones en masa de sus soldados durante las grandes guerras. Batallones enteros venían corriendo como conejos desde Stalingrado hasta Nápoles, sin escala. Figuraos. El italiano es un enamorado de la belleza, la buena vida, la familia, etc. Es un mentiroso natural y hablador. Discuten a los gritos por cualquier cosa porque saben básicamente que el otro es igual de cagón que él y que la cosa no va a pasar a mayores. El italiano es corrupto y su mayor habilidad se desarrolló en ese campo. Se puede decir, sin temor a exageraciones, que se trata de un pueblo de ladrones.

El español en cambio, es bastante ladrón también aunque mucho más limitado y burdo. La principal característica de esta gente es su imbecilidad. Si se embanderan con una causa –por absurda que sea- la defenderán con terquedad fanática. A diferencia de los italianos se hicieron famosos por su coraje en el campo de batalla. Desde los mercenarios de Aníbal, las guerras contra el Moro, las hazañas del Tercio, la resistencia guerrillera contra las tropas napoleónicas y la guerra civil, fueron todos hechos en los cuales los españoles mostraron su valía en este campo. El problema que tienen es que son gente muy pero muy bruta, limitadísima intelectualmente. Son como animalitos. En Europa se los vio –y en parte se los sigue viendo- como si fueran un pueblo más africano que europeo. Cualquiera que haya trabajado con un español sabe de los peligros de dejarlos sin tutela.

De estos dos pueblos desciende el uruguayo. O sea, por si no vienen entendiendo, estamos en una situación bastante precaria. Si se hablara de la población de un país en términos de recursos humanos, podríamos decir que estamos bien cagados y que al hijo de puta que hizo la selección de personal habría que colgarlo de las pelotas.

Así que cuando escuchen a alguien hablar sobre la cultura de los uruguayos, su civismo y su alto nivel educativo, ustedes piensen “pfff este gallego burro pero de qué mierda habla…”. Y después mucho ojo de que no venga uno y te robe le billetera. Porque por acá hay mucho burro. Pero también hay mucho ladrón.