martes, 13 de febrero de 2007

Apocalypto

Hace poco vi Apocalypto la película de Mel Gibson. Bastante buena por cierto, especialmente porque echa por tierra la imagen de que los indígenas americanos eran tipos amables. Cualquiera que haya vivido un tiempo en algún país centroamericano sabe que eso es pura mentira. Bárbaros es lo que son.

A continuación unos extractos de “Señores bajo los árboles”, en donde se ilustra el accionar de los Kaibiles, la unidad más sanguinaria de toda América, compuesta prácticamente en su totalidad por indígenas.

El machete silbó al cortar el aire: la cabeza de Juan hizo un gesto como de comprensión y ternura al desplomarse sobre su hombro izquierdo: los párpados se le abrieron y cerraron como alas de mariposa al tiempo que volcanes, nubes, cielo y montañas daban vueltas y vueltas mientras se desvanecían poco a poco hasta desaparecer. Quizá pudo llegar a ver aún, desde el suelo, que su cuerpo daba pasitos hacia atrás como un bebé y que caía sentado temblando mientras del cuello le brotaba un grueso chorro de sangre morada que se dividía en tres afluentes: uno bañaba el hombro, el otro el pecho y el tercero el cielo y después la tierra: también las hojas secas y los arbustos que pisaban los kaibiles regados por todas partes con machetes y antorchas en las manos, y con sus caras llenas de tizne alrededor de los ojos.

Toribio de León, kaibil, quedó inmóvil un instante viendo sobre el suelo la cabeza de Juan: luego la apartó de su camino antes de proseguir la marcha. Delante de él, una mujer con un niño entre los brazos tendió su mano suplicante pero Toribio la cortó de un tajo: cuando la mujer gritó escandalizada él le arrebató al bebé, lo tomó de los pies, caminó hacia un peñasco rocoso y contra él lo aplastó tres veces. La mujer se levantó y corrió hacia Toribio que aventaba lejos el cuerpo del niño. Al verla venir, lanzó un filazo hacia arriba y un seno voló por el aire: la mujer siguió persiguiéndolo mientras él caminaba hacia atrás: Toribio entonces se afirmó en el suelo, tomó el machete con ambas manos y lo hundió de filo hasta el mentón de la mujer: ella pareció electrizarse y luego quedó ahí, muerta sobre la tierra. Toribio zafó el arma y avanzó hacia los ranchos que empezaban a arder. A su paso la gente corría gritando, los cuerpos desmembrados se agitaban sobre el suelo: él sentía caliente la sangre, sus manos apretaban el arma con fuerza: su cuerpo estaba excitado y a punto de reventar...

Varios niños se internaron en el monte arrastrando a un anciano. Toribio los vio y apuntó en su mente: son los que deben contar lo que pasó, los sobrevivientes. Y caminó hacia los ranchos que ardían: un oficial había juntado a tres indias embarazadas espalda con espalda: estaban tomadas de los brazos viendo a los soldados avanzar, mirando cómo macheteaban a los cerdos, a los perros, a las gallinas, a los niños. El oficial se dirigió a Toribio y le gritó: "!Proceda!" Toribio envainó el machete y sacó el puñal, tomó del pelo a una de las tres mujeres y la echó en tierra: puso una bota sobre su cuello y le rasgó el vientre del que brotó un líquido amarillento: luego sacó el feto, se lo mostró a la mujer que abría la boca sin poder gritar y lo aventó lejos de sí. Quiso tomar a otra de las embarazadas pero todas corrieron hacia el monte: el oficial entonces lanzó una ráfaga con su M-16 que roció las cinturas de las mujeres: cayeron hincadas agarrándose el vientre: Toribio avanzó despacio y pudo sin mayor dificultad rasgar todos los vientres y lanzar todos los fetos hacia el fuego de los ranchos. Tres hombres miraban aquello sin poder moverse: estaban encañonados por cinco kaibiles quienes luego les colocaron garrafones de metal y antorchas en las manos para que ellos mismos prendieran fuego al depósito de granos y rociaran con gasolina el motorcito para moler el maíz y hacer el nixtamal.

Cuando la aldea entera ardía y el olor a carne quemada se revolvía con el humo, los kaibiles obligaron a los tres hombres a rematar a algunos de sus familiares que yacían en el suelo sin brazo, sin pierna, sin ojos, sin naríz, sin labios...”

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lo que pasó fue que los soldados salieron de entre el monte y comenzaron a matar a los marimbistas: los rociaron de balas: y esto sucedió tempranito, y luego los soldados se fueron al camino a esperar que asomaran los papás con sus hijos, que venían de oír la música y alegrarse con la fiesta, y ahí en el camino los empezaron a matar también: los kaibiles abrían sus pechos con cuchillo y sacaban sus corazones de las gentes y se los comían: porque kaibil come corazón humano, come hígado también y hasta riñón come; y bebe sangre de los muertos y a veces de los vivos, porque ahí está el caso de mi primo que ese día lo colgaron de un árbol y le abrieron su vena y con vaso tomaban su sangre los kaibiles y él no se moría y no se moría hasta que se fue muriendo despacito y los kaibiles saboreaban su sangre...”

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son ellos (los del ejército) los que asoman con pintura negra en el rostro, ellos los que aparecen con antorchas en las manos, ellos los que queman los ranchos para que la gente salga y que los niños corran chillando y que los ancianos se tropiecen con las piedras y las mujeres no puedan ni fajarse su niño a la espalda: ellos son los que acorralan a los hombres en el centro de la aldea para matarlos y los que encierran a las mujeres en la iglesia para pasarles encima: ellos despanzurran a los niños, los desfondan, los arrancan de los perrajes en las espaldas de las madres y los aplastan contra las piedras cogidos de los pies: ellos son los que rasgan las barrigas de las mujeres y les sacan a los chiquitos que todavían no han nacido y los echan a los perros después de partirlos en dos desgajándolos por las pierna”.

6 comentarios:

Blogger EL ANALISTA AFICIONADO ha dicho...

Puffff...si esto lo llega a leer Galeano, le sale el corazón por la boca.....le destruis sus idolos, sus protegidos.

Un saludo Carlitos.

14 de febrero de 2007, 4:33:00 GMT-8  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Carlitos me descompuse...

Por qué me hiciste leer esto???

14 de febrero de 2007, 4:55:00 GMT-8  
Blogger Ama-gi ha dicho...

Excelente Carlitos.

Me inspiraste a escribir un post similar.

14 de febrero de 2007, 9:33:00 GMT-8  
Blogger vinilica vegana ha dicho...

yo sabía que usted tenía que estar en algún lado...

crudito el texto

saludos chiquilín

14 de febrero de 2007, 14:21:00 GMT-8  
Blogger pelá ha dicho...

ahora, nadie puede negar que eran creativos...

15 de febrero de 2007, 14:38:00 GMT-8  
Blogger Federico ha dicho...

Yo creo que Mel Gibson es el nuevo mesías pero...como siempre

nadie lo quiere ver

saludos

...y "Sos mi vida" todavía no se terminó

21 de febrero de 2007, 12:38:00 GMT-8  

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