Desde París
Hace unos cuantos días estoy en el apartamento de mi hermana en Rue de la Forge Royale a unas cuadras de la Bastilla. Escucho el reggae de Eek a Mouse y por la ventana abierta me entra todo el aire de París. La verdad que no conocía la ciudad, sólo había estado de paso hace bastante tiempo, éstas son mis impresiones hasta el momento:
Primero que nada, Montevideo es una garcha atómica.
Lo mejor de París es que no hay construcciones nuevas, las calles son angostas, llenas de edificios viejos y medios torcidos por el paso del tiempo. Los comercios chiquitos llenos de productos artesanales son de postal.
Las catedrales son extraordinarias. Personalmente, me gustan más las de estilo gótico, las de estilo romano no me gustan tanto. Hace poco estuve leyendo El misterio de las catedrales de Fulcanelli, así que veo signos alquímicos por todos lados. Las gárgolas que observan a los transeúntes desde lo alto son un espectáculo aparte. El martes fui a ver concierto de canto gregoriano a Notre Dame. Sublime. Es una experiencia diferente al concierto de órgano al que fui la semana pasada. En el canto gregoriano, uno queda como anestesiado y mansito al escuchar el coro de voces angelicales. En el segundo, el dramatismo y fuerza de la música de órgano te deja en un estado de agresividad. Después cuando veía a los turistas chinos y musulmanes entrar a la catedral me daban ganas de golpearles la cabeza con una cruz y tirarles agua bendita en la cara para que se derritieran. Bárbaros hijos de puta.
Y sobre este tema de los bárbaros. La otra vez que fui a ver la basílica de Sacre Coeur y habían manchado sus divinas paredes blancas con pintura roja. Sin duda alguna, esto fue obra de los bárbaros musulmanes.
Sobre las francesas, al principio no me parecieron particularmente lindas. Es más, hasta diría que las uruguayas están mejores. Igual, por alguna extraña razón, con el paso de los días me están empezando a gustar. Ahora me quiero garchar alguna a como de lugar.
Una costumbre muy buena de los franceses, es que no tienen demasiados reparos en sacar a los militares a cuidar la ciudad. En la fete de la musique que celebraba la llegada del verano se podían ver a los tipos con un uniforme de combate completo, dando vueltas con sus rifles. A propósito los FAMAS del ejército francés son hermosos. Un diseño bellísimo, dignos de ser puestos en un relicario.
El Louvre es sencillamente increíble. La historia que hay ahí adentro es abrumadora. Lo que más me gustó es la parte del Antiguo Egipto. A propósito les robaron columnas enteras de los templos y después se extrañan de que el gobierno de Egipto sea tan restrictivo con las excavaciones en la actualidad. Pero tá, me chupa un huevo era lindo verlas ahí. También estuve en presencia del Código de Hammurabi, del 1692 antes de Cristo, uno de los primeros conjuntos de leyes escritas. Realmente impactante.
También fui a otros museos, pero ahora se me cae un huevo comentar eso.
La comida es excelente. Que manera de morfar por Dios. Todos los días le entro a las baguettes de punta, con queso, paté, vino, pero la reconcha de la lora ya me dio hambre de nuevo. La comida es una cosa de locos así nomás.
Resumiendo, todo muy lindo. Aparte, creo que me fue bien en la prueba que vine a hacer, ahora estoy esperando el resultado que tardará en llegar pero bué. La semana que viene probablemente me vaya 3 días a Suecia a resolver unos asuntos y después regreso a Uruguay… Saludos para todos.
Primero que nada, Montevideo es una garcha atómica.
Lo mejor de París es que no hay construcciones nuevas, las calles son angostas, llenas de edificios viejos y medios torcidos por el paso del tiempo. Los comercios chiquitos llenos de productos artesanales son de postal.
Las catedrales son extraordinarias. Personalmente, me gustan más las de estilo gótico, las de estilo romano no me gustan tanto. Hace poco estuve leyendo El misterio de las catedrales de Fulcanelli, así que veo signos alquímicos por todos lados. Las gárgolas que observan a los transeúntes desde lo alto son un espectáculo aparte. El martes fui a ver concierto de canto gregoriano a Notre Dame. Sublime. Es una experiencia diferente al concierto de órgano al que fui la semana pasada. En el canto gregoriano, uno queda como anestesiado y mansito al escuchar el coro de voces angelicales. En el segundo, el dramatismo y fuerza de la música de órgano te deja en un estado de agresividad. Después cuando veía a los turistas chinos y musulmanes entrar a la catedral me daban ganas de golpearles la cabeza con una cruz y tirarles agua bendita en la cara para que se derritieran. Bárbaros hijos de puta.
Y sobre este tema de los bárbaros. La otra vez que fui a ver la basílica de Sacre Coeur y habían manchado sus divinas paredes blancas con pintura roja. Sin duda alguna, esto fue obra de los bárbaros musulmanes.
Sobre las francesas, al principio no me parecieron particularmente lindas. Es más, hasta diría que las uruguayas están mejores. Igual, por alguna extraña razón, con el paso de los días me están empezando a gustar. Ahora me quiero garchar alguna a como de lugar.
Una costumbre muy buena de los franceses, es que no tienen demasiados reparos en sacar a los militares a cuidar la ciudad. En la fete de la musique que celebraba la llegada del verano se podían ver a los tipos con un uniforme de combate completo, dando vueltas con sus rifles. A propósito los FAMAS del ejército francés son hermosos. Un diseño bellísimo, dignos de ser puestos en un relicario.
El Louvre es sencillamente increíble. La historia que hay ahí adentro es abrumadora. Lo que más me gustó es la parte del Antiguo Egipto. A propósito les robaron columnas enteras de los templos y después se extrañan de que el gobierno de Egipto sea tan restrictivo con las excavaciones en la actualidad. Pero tá, me chupa un huevo era lindo verlas ahí. También estuve en presencia del Código de Hammurabi, del 1692 antes de Cristo, uno de los primeros conjuntos de leyes escritas. Realmente impactante.
También fui a otros museos, pero ahora se me cae un huevo comentar eso.
La comida es excelente. Que manera de morfar por Dios. Todos los días le entro a las baguettes de punta, con queso, paté, vino, pero la reconcha de la lora ya me dio hambre de nuevo. La comida es una cosa de locos así nomás.
Resumiendo, todo muy lindo. Aparte, creo que me fue bien en la prueba que vine a hacer, ahora estoy esperando el resultado que tardará en llegar pero bué. La semana que viene probablemente me vaya 3 días a Suecia a resolver unos asuntos y después regreso a Uruguay… Saludos para todos.