martes, 24 de julio de 2007

Ni puta idea

Por lo menos si te propusieras interrogar sobre esta cuestión a alguno de aquí, no habría uno que no se echara a reír y que no te dijera: “Extranjero, sin duda me tienes por algún dichoso mortal, si crees que yo sé si la virtud, por su naturaleza puede enseñarse, que hasta ignoro absolutamente lo que es la virtud”-

Aunque –evidentemente-, esto no es ningún ágora, vaya esta pregunta dirigida a algún eventual teórico del virtuosismo: ¿en qué consiste la virtud?. Mientras tanto, permitidme plantear estos intentos de respuesta a modo de hipótesis:

A- Virtuoso es aquél, que poseyendo fuerte y vigoroso brazo, tumba a sus semejantes al primer golpe.
B- Virtuoso es aquél, que con la fuerza de sus brazos y la astucia de su mente, se abre paso hacia su objetivo y lo consigue.
C- Virtuoso es aquél que se levanta a la mayor cantidad de minas en el menor tiempo posible y utilizando la menor cantidad de recursos.

Tenemos tres hipótesis entonces: una consistente en el virtuosismo heroico, la segunda en el virtuosismo utilitario y la última en el virtuosismo hedonista.

jueves, 19 de julio de 2007

Pasáme el lanzallamas

- Pasáme el lanzallamas Carlitos.
- Acá tenés.
- Vos cantá que yo gatillo.
- Ok. A ver… para empezar a Sarthou. El gordo puto del informativo del 12 no me lo fumo. Quemáte gordo la puta que te parió. Después al periodismo en general. Los diarios, las revistas, los editores, los directores y los periodistas, todos bien quemaditos en una gran hoguera.
- ¿Y a Escanlar? Porque viste que es medio de oposición…
- Pero que oposición ni oposición, a la puta hoguera gordo puto. Después seguimos con los perros del Estado. En su totalidad: milicos, policías, oficinistas, en fin, toda la caterva de mierdas que viven de los demás. También le damos unas cuantas llamaradas a los representantes democráticos. Para que se vayan enterando que la voluntad popular me la paso bien por las pelotas. Imagináte que lindo sería ver arder a diputados, senadores, ministros, intendentes y presidente. Todos envueltos en un fuego santo. De sólo pensarlo ya me entro a reír.
- Hermoso, hermoso. Seguí que se me hace agua en la boca.
- Y ya que estamos salimos a limpiar las calles: carritos de caballos, gentuza diversa, putas, ladrones, maricones todo a la reputísima mierda sin discriminar ni nada. Y ya que estamos le damos a los monumentos: los símbolos patrios desplomados, el edificio Salvo derruido, el Palacio Legislativo, la torre de Antel, la Intendencia, todo todo que reviente todo a la mierda! Y después que vengan los gringos con un escuadrón de caza bombarderos y azoten esta ciudad desde el cielo. ¡Es el Apocalipsis! ¡Que tiren las bombas y Montevideo perezca en un torbellino de fuego y fósforo!
- SEEEEEE JAJAJAJA que explote todo JO JO JO.
- Y luego de la tormenta, admirarse de la destrucción: un desierto de escombros que se alza frente a nuestra mirada plácida. Y darle gracias al fuego purificador. Y sacar una foto CLICK!, enmarcarla y colgarla del living de tu casa. Y cuando vengan las visitas a tu loft de Ciudad Uno, mostrar la imagen y comentar brevemente: “esto era Montevideo”. Y después seguir charlando de alguna otra banalidad.

miércoles, 11 de julio de 2007

YIPPIE KAI YAY MOTHERFUCKER

Carl Sagan en su libro The Demon Haunted World – Science as a candle in the dark, defiende a la ciencia contra el avance de la irracionalidad en todas sus formas: pseudociencias, religión, fanatismos, etc. Naturalmente esta noble defensa es total y absolutamente inútil. Por una simple razón: la masa, la plebe o como se la quiera llamar necesita de irracionalidad. Necesita de nacionalismos, fútbol, religión, ideologías varias, etc. Aunque llegara un día en que la ciencia explicara todo el Universo desde su origen hasta su eventual fin, la gente seguiría con sus dioses, siguiendo a sus sacerdotes, de rodillas.

La postura de Sagan, no sólo es inútil, es incorrecta. Es como intentar cambiar la naturaleza. Como protestar contra el viento y la lluvia. Es como pretender que un imbécil no diga imbecilidades por ejemplo. Algo imposible: un imbécil dice imbecilidades porque esa es su naturaleza y no puede dejar de hacerlo por más que intentemos. Por tanto, la postura de Sagan es antinatural.

Por extensión a este razonamiento, cualquier postura que implique tratar de que un imbécil deje de ser imbécil, es equivocada. Por ejemplo, cualquier persona razonable debería darse cuenta que creer en un Dios (como está expuesto en las principales religiones), es absurdo. O sea, hay que ser muy imbécil para ser católico, musulmán, judío, budista, etc. Una persona medianamente inteligente y con un mínimo de sentido común, no debería creer en semejantes estupideces. Sin embargo lo hacen. Y no porque no sean inteligentes sino porque su naturaleza es morfarse la hostia. Comerse el fainá. Esa es su naturaleza y así perdurarán. Ustedes podrán decir por ejemplo, que hay personas religiosas, que recapacitan y dejan a un lado sus creencias estúpidas. Pero son los menos, la gran mayoría seguirá creyendo toda la sarta de pelotudeces. Y seguirán enroscándose repasadores en la cabeza, comiendo hostias, arrodillándose como cobardes, poniéndose redondelitos en la cabeza para apoyar teteras, cruzándose entre primos hasta quedar mongólicos, cagándose de hambre porque un imbécil hace 2500 así lo hizo, no comer vacas por el tema de esa mierda de reencarnación, el karma y la reconcha de tu madre.

Naturalmente, existe una gran variedad de creencias e ideologías igual de imbéciles, como los nacionalismos, socialismo y todas sus variantes, fútbol, psicoanálisis, new age, ecología y cuanta pajería se te ocurra para tener a la plebe morfando hostia.

Esto plantea dos conclusiones inmediatas a la gente razonable: una, despreocuparse por los imbéciles. No intentar en ningún momento hacer razonar a un imbécil. Es decir, adoptar una postura individualista. El resto que se cague. Que la siga chupando. Esto implica defender cualquier ideología que nos sea útil a nuestros intereses. Si te sirve la hostia A por un momento, coméla. Después cuando ya no te sea útil, cambiá a la hostia B y así sucesivamente.

Aquí planteo una pequeña digresión: defender posturas liberales porque uno se considera individualista es equivocado. Una persona verdaderamente individualista defendería la ideología que más le conviene. Si sos empleado público obviamente no vas a defender la privatización porque no te conviene y tenés que laburar. Así que te morfas la hostia socialista. Y la esparcís. Una postura individualista no es defender la libertad de los demás, es defender tus intereses. (Si dentro de tus intereses está defender tu libertad, perfecto). El resto que se cague, me chupa un huevo si vive bien mal o regular, tiene libertad o no; a mí me interesa lo mío única y exclusivamente Eso es individualismo.

La segunda conclusión inmediata, es comprender las hostias. Estudiar la hostia. Mirarla de adelante y de atrás, entender su funcionamiento y cómo actúa en el comehostias. Esto debería sernos de gran utilidad.

Y ahora lo más coherente que escuché últimamente:

LIVE FREE OR DIE HARD

YIPPIE KAI YAAAAAY MOTHERFUCKER
YIPPIE KAI YAAAAAAAAAY MOTHERFUCKEEEEEEEER

Y enteráte: no one dies harder than John McClane

Link:
http://www.youtube.com/watch?v=_gaNb8coF4E

jueves, 5 de julio de 2007

La Doctrina

Ubi dubium ibi libertas

(Donde hay duda, hay libertad)

Proverbio latino

El principal enemigo de la libertad es la Doctrina. Cualquier persona que crea en una Doctrina que explica todas las cosas de este mundo, es por tanto, enemiga de la libertad. Y te van a decir: para ser libre tenés que creér en esto…pero vos dudá... de la gente que no tiene dudas.