jueves, 28 de junio de 2007

Desde París

Hace unos cuantos días estoy en el apartamento de mi hermana en Rue de la Forge Royale a unas cuadras de la Bastilla. Escucho el reggae de Eek a Mouse y por la ventana abierta me entra todo el aire de París. La verdad que no conocía la ciudad, sólo había estado de paso hace bastante tiempo, éstas son mis impresiones hasta el momento:

Primero que nada, Montevideo es una garcha atómica.

Lo mejor de París es que no hay construcciones nuevas, las calles son angostas, llenas de edificios viejos y medios torcidos por el paso del tiempo. Los comercios chiquitos llenos de productos artesanales son de postal.

Las catedrales son extraordinarias. Personalmente, me gustan más las de estilo gótico, las de estilo romano no me gustan tanto. Hace poco estuve leyendo El misterio de las catedrales de Fulcanelli, así que veo signos alquímicos por todos lados. Las gárgolas que observan a los transeúntes desde lo alto son un espectáculo aparte. El martes fui a ver concierto de canto gregoriano a Notre Dame. Sublime. Es una experiencia diferente al concierto de órgano al que fui la semana pasada. En el canto gregoriano, uno queda como anestesiado y mansito al escuchar el coro de voces angelicales. En el segundo, el dramatismo y fuerza de la música de órgano te deja en un estado de agresividad. Después cuando veía a los turistas chinos y musulmanes entrar a la catedral me daban ganas de golpearles la cabeza con una cruz y tirarles agua bendita en la cara para que se derritieran. Bárbaros hijos de puta.

Y sobre este tema de los bárbaros. La otra vez que fui a ver la basílica de Sacre Coeur y habían manchado sus divinas paredes blancas con pintura roja. Sin duda alguna, esto fue obra de los bárbaros musulmanes.

Sobre las francesas, al principio no me parecieron particularmente lindas. Es más, hasta diría que las uruguayas están mejores. Igual, por alguna extraña razón, con el paso de los días me están empezando a gustar. Ahora me quiero garchar alguna a como de lugar.

Una costumbre muy buena de los franceses, es que no tienen demasiados reparos en sacar a los militares a cuidar la ciudad. En la fete de la musique que celebraba la llegada del verano se podían ver a los tipos con un uniforme de combate completo, dando vueltas con sus rifles. A propósito los FAMAS del ejército francés son hermosos. Un diseño bellísimo, dignos de ser puestos en un relicario.

El Louvre es sencillamente increíble. La historia que hay ahí adentro es abrumadora. Lo que más me gustó es la parte del Antiguo Egipto. A propósito les robaron columnas enteras de los templos y después se extrañan de que el gobierno de Egipto sea tan restrictivo con las excavaciones en la actualidad. Pero tá, me chupa un huevo era lindo verlas ahí. También estuve en presencia del Código de Hammurabi, del 1692 antes de Cristo, uno de los primeros conjuntos de leyes escritas. Realmente impactante.

También fui a otros museos, pero ahora se me cae un huevo comentar eso.

La comida es excelente. Que manera de morfar por Dios. Todos los días le entro a las baguettes de punta, con queso, paté, vino, pero la reconcha de la lora ya me dio hambre de nuevo. La comida es una cosa de locos así nomás.

Resumiendo, todo muy lindo. Aparte, creo que me fue bien en la prueba que vine a hacer, ahora estoy esperando el resultado que tardará en llegar pero bué. La semana que viene probablemente me vaya 3 días a Suecia a resolver unos asuntos y después regreso a Uruguay… Saludos para todos.

24 comentarios:

Blogger Wolvh Lórien ha dicho...

Te contesto aquí lo de la escuela austríaca porque me da asco leer a cierta persona y mezclar mi comentario con los suyos, más cuando tiene la mala costumbre de meterse a hablar y opinar de cosas de las cuales es totalmente ignorante y nunca en su vida ha estudiado.

En primer lugar, no sólo es apropiado, sino que es inevitable, aplicar el método científico a las ciencias sociales. Si no, no son ciencias. En eso hay mucha discusión, pero lo cierto es que método científico implica contrastación de las teorías en el marco de un programa de investigación.

Si no se aplica el método científico, según es entendido por Popper o Lakatos por ejemplo, a teorías directamente aplicables a la realidad, por lógica se está sustituyendo "hacer ciencia" por "tirar ideas en forma arbitraria" sin ninguna clase de corroboración. Es tan válido decir A, como decir no A. Y obviamente, si ambas cosas son posibles así sin más, entonces la teoría que dice A no tiene relevancia.

Es un error pensar que la escuela austríaca no sigue un método científico. De hecho lo sigue. Y los austríacos modernos se han encargado de mostrarlo.

El problema con las ciencias sociales es que la corroboración es muy limitada. Es imposible aislar la gran mayoría de los factores que, de acuerdo a una teoría, produce tal o cual efecto. Por lo cual es extremadamente difícil contrastar las teorías de las ciencias sociales.

Por eso los austríacos introducen lo que se denomina método praxeológico, como complemento al método científico. El método praxeológico no establece relaciones causa efecto, por lo cual no es necesario corroborarlo, como no es necesario corroborar la lógica ni las matemáticas. Pero la lógica y las matemáticas aún así obtienen resultados verdaderos. La lógica se refiere al sentido del lenguaje. Por ejemplo, no tiene sentido decir "todos los cisnes que son blancos son negros". Es un enunciado sin significado. En matemática, obtenemos resultados acerca de la validez o no de operaciones con cantidades. No tiene sentido decir 2+2=5 o 2+2=96. Sólo tiene sentido decir 2+2=4.

Tanto la lógica como las matemáticas son producto de la mente humana.

La praxeología también parte de la mente humana. La praxeología estudia cierta clase de construcciones mentales con las cuales nos manejamos todo el tiempo. Parte sí de principios sencillos, los cuales son fácilmente corroborables en la realidad y por lo tanto aquí está su aspecto científico. Es más, la psicología genética está muy relacionada con algunos de estos principios.

Por ejemplo, un principio praxeológico establece que en todo intercambio, ambos valoran más lo que reciben que lo que dan (en caso contrario no se concibe la razón del intercambio). Si yo le compro un litro de leche a un almacenero por 12 pesos, el almacenero le da más valor a los 12 pesos que al litro de leche, y yo le doy más valor al litro de leche que a los 12 pesos.

Este resultado contrasta totalmente con la teoría del valor trabajo de Adam Smith, y retomado por Marx, por ejemplo, en el que cada producto tiene un precio objetivo determinado por la cantidad de trabajo puesto en él.

Yo puedo estar un año fabricando un producto, e intentar venderlo a un precio determinado de alguna forma por el hecho de que me costó un año hacerlo. Pero si ese producto no es lo suficientemente valorado para que alguien sea capaz de pagar ese precio por él, no tengo más remedio que venderlo a un precio inferior.

Y ese resultado es fácilmente contrastable en la realidad.

La teoría del valor trabajo no es más que una teoría proveniente de juicios morales, mientras que la del valor subjetivo es una teoría que es constatable en la realidad, y por lo tanto, al cual fácilmente se le puede aplicar el método científico.

29 de junio de 2007, 6:19:00 GMT-7  
Blogger Wolvh Lórien ha dicho...

Y que estés disfrutando del viaje! Yo también tengo planeado un viaje a europa para dentro de algun tiempo.

29 de junio de 2007, 7:27:00 GMT-7  
Blogger pelá ha dicho...

Buen viaje.

No sé si quedó clara mi idea en comentario anterior, quería decir al igual que Lobo que no se puede decir que no sean científicos. Por otra parte, siguiendo con los cisnes de Popper y la contrastación, la Econometría incurre en la "falacia de la inducción", por muchos cisnes blancos que uno vea no se puede decir que no existan cisnes negros,por eso Popper decía que las teorías o hipótesis científicas debían ser falseables o falsables, más que comprobables. De cualquier forma quiero aclarar que no soy tan pelotudo com para creer que la Econometría no sirve,pero sí hay que tomarla como una cuestión probabilística con cierto margen de error.

29 de junio de 2007, 14:24:00 GMT-7  
Blogger pelá ha dicho...

¿Vas a visitar a la familia Tourné?
Saludos

29 de junio de 2007, 14:25:00 GMT-7  
Blogger Agustin Acevedo Kanopa ha dicho...

Es usted el autor del fenecido blog el buen cristiano? De ser así, me alegró el día volverlo a encontrar, era un admirador de lo que escribía en el anterior espacio. De no ser así, igualmente, me gustó su último post

2 de julio de 2007, 22:57:00 GMT-7  
Blogger Ama-gi ha dicho...

Buen viaje Carlitos...podrías traer algo de Foie Gras para comer acá con el resto de los camaradas libertarios.

¿Te cojiste a alguna francesa al final?

3 de julio de 2007, 11:46:00 GMT-7  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Felicitaciones carlitos. Un iluminado como vos tendría que vivir permanentemente en París e iluminarnos desde allí.

3 de julio de 2007, 13:00:00 GMT-7  
Blogger Wolvh Lórien ha dicho...

La crítica que se hace a la econometría es que sencillamente es totalmente incapaz de obtener resultados generales para todo momento y lugar. Y que, por otro lado, intenta obtener relaciones causa efecto en un ambiente en que las cosas que ocurren no son necesariamente expresables en términos de relaciones causa efecto macroeconómicos, sino en términos de la libertad de acción de los agentes, de los medios que encuentran los individuos para alcanzar un fin dado.

La econometría es más descriptiva que otra cosa. No permite obtener resultados generales, o leyes. No resiste a la falsación, a menos que nos restrinjamos a aquellos ejemplos en los que sí se cumple.

Como bien decís, pelá, que nos restrinjamos sólo a las observaciones en las que los cisnes observados sean blancos, no significa que todos los cisnes sean blancos. Basta encontrar un cisne negro para comprobarlo. Y la econometría está repleta de cisnes de todos los colores.

4 de julio de 2007, 4:57:00 GMT-7  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La econometría es más descriptiva que otra cosa??? La econometría ante todo permite predecir el futuro.

Evidentemente Pelá siempre se trata de una cuestión probabilística con cierto margen de error. Así y todo es más exacto que el bendito axioma que Dios les reveló a los austríacos, la escuela elegida.

4 de julio de 2007, 16:56:00 GMT-7  
Anonymous Anónimo ha dicho...

volvió el machito marujita

5 de julio de 2007, 2:49:00 GMT-7  
Blogger carlitos ha dicho...

"El método praxeológico no establece relaciones causa efecto, por lo cual no es necesario corroborarlo, como no es necesario corroborar la lógica ni las matemáticas".

Bueno esta afirmación podría ser considerada por muchos, como mínimo, de audaz. Considerar a la praxeología como igual a las matematáticas o la lógica no creo que sea correcto. Las matemáticas y la lógica se han utilizado en prácticamente en todas las ciencias y están aceptadas por todo el conjunto de la academia. No sucede lo mismo con la praxeología.

Sobre las críticas a la econometría, tal vez sean ciertas en algunas cosas, pero personalmente soy escéptico: le tengo más confianza a las escuelas económicas que han sido aceptadas en las universidades que a las corrientes marginales. La econometría es válida no sólo porque está aceptada por la academia sino porque es utilizada por gobiernos, empresarios, etc. ¿De qué le sirve a un empresario interesado en conocer las tendencias del mercado, el que le digan que eso dependerá de lo que cada individuo subjetivamente valore determinado producto? De nada. El empresario quiere saber que le interesa a una gran masa de gente, no a una ni a dos.

Por otro lado, la econometría a pesar de sus limitaciones cuantifica. Y esa cuentifiación es lo que permite contrastar con la realidad. Si yo digo, "reducir los impuestos mejora el comercio" o algo así, entonces quiero números que me digan que el comercio ha mejorado. Si no me estás tirando afirmaciones que no se han verificado.

Agustín: exactamente, este blog lo hice después del buen cristiano. Bienvenido.

Ama gi: nada, nada, por ahora...

5 de julio de 2007, 4:12:00 GMT-7  
Blogger Cirus ha dicho...

La Propia Merde.No vuelvas.

5 de julio de 2007, 10:41:00 GMT-7  
Anonymous Anónimo ha dicho...

cirus sos un pobre puto

5 de julio de 2007, 12:12:00 GMT-7  
Blogger Cirus ha dicho...

Más marica no podés ser, puteas por internet, y todavía anonimamente.Bastante patético.

5 de julio de 2007, 15:49:00 GMT-7  
Anonymous Anónimo ha dicho...

lo que vos quieras

pero sos un pobre puto

5 de julio de 2007, 17:07:00 GMT-7  
Blogger Cirus ha dicho...

Claro que lo que yo que quiera.
Como el orto de tu hermana.

5 de julio de 2007, 20:19:00 GMT-7  
Blogger carlitos ha dicho...

Sutil.

6 de julio de 2007, 3:47:00 GMT-7  
Blogger Cacho_vela_crush ha dicho...

yo opino que me resulta agradable como escribe carlitos

9 de julio de 2007, 16:17:00 GMT-7  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Momentito, ese anónimo que opinaba no soy yo. Yo no vengo acá a armar quilombo sino a leer a marujita, carlitos y ama-gi, que por supuesto no son anónimos.

9 de julio de 2007, 17:27:00 GMT-7  
Blogger carlitos ha dicho...

Buena iniciativa. Continúe.

10 de julio de 2007, 3:22:00 GMT-7  
Blogger Wolvh Lórien ha dicho...

"Considerar a la praxeología como igual a las matematáticas o la lógica no creo que sea correcto."

La praxeología no es igual a las matemáticas o la lógica. Sólo mostré un punto en común: que tiene que ver con el sentido. Pero en cada caso, el sentido se busca en un área diferente, con leyes propias.

La praxeología no determina relaciones causa efecto, sólo analiza las circunstancias en términos de la libertad de acción de los individuos en un marco determinado.

El tema es que, llevado un razonamiento praxeológico a un marco en el que se supone que existe libertad para que sucedan ciertas cosas, esas cosas van a suceder. Entonces aparece lo que podemos denominar una relación causa efecto en un sentido sociológico.

Sobre la econometría, no estoy diciendo que no es válida. Lo que estoy diciendo es que no es válida para determinar relaciones causa efecto. Es válida pero sólo para corroborar y contrastar diferentes teorías. Pero de los datos no pueden deducirse leyes que relacionen causas y efectos. Ni en las ciencias sociales ni en las ciencias duras, ni en ninguna ciencia que se precie de tal.

«Si yo digo, "reducir los impuestos mejora el comercio" o algo así, entonces quiero números que me digan que el comercio ha mejorado. Si no me estás tirando afirmaciones que no se han verificado.»

Es básicamente correcto, puesto que la econometría sirve para corroborar. Aunque hasta por ahi nomás, porque en ciencias sociales hay serios problemas para aislar las distintas causas.

Pero a lo que voy, carlitos, es que la teoría "reducir los impuestos mejora el comercio" no proviene de ninguna deducción econométrica.

11 de julio de 2007, 15:27:00 GMT-7  
Blogger carlitos ha dicho...

"Pero a lo que voy, carlitos, es que la teoría "reducir los impuestos mejora el comercio" no proviene de ninguna deducción econométrica".

Supongo que no, que se debe a la observación. Alguien observa los procesos económicos y formula dicha hipótesis. Luego debe comprobar si ésta se adapta a los hechos (teniendo en cuenta cierto márgen de error). Para eso utiliza la econometría. Por esta contrastación con la realidad es que se la denomina "ciencias económicas". Porque las hipótesis que se producen se contrastan de alguna manera con la realidad. Si no se contrastaran tendría otro nombre, por ejemplo, "metafísica económica", o "filosofía economómica".

Por lo que me decís, la praxeología, lo que hace, es estudiar los posibles modos de actuar de un individuo en un marco de libertad. Eso está muy bien y probablemente sea algo útil y válido, simplemente no alcanzo a ver su aspecto científico.

12 de julio de 2007, 11:28:00 GMT-7  
Blogger Wolvh Lórien ha dicho...

«Supongo que no, que se debe a la observación. Alguien observa los procesos económicos y formula dicha hipótesis»

La observación de un fenómeno lo que puede es incitar a dicho observador a formular una hipótesis, pero la hipótesis no proviene de lo observado, que al final, son datos de todas formas.

Por ejemplo, de la observación de la caida de los cuerpos no puede deducirse que existe la fuerza de la gravedad. No hay forma de hacerlo. Lo que sí existe es la inventiva e imaginación del científico, con el objeto de formular una teoría que encaje con los datos observados.

¿Cuál es la importancia de la praxeología?

En el caso de la economía, existe un método que rompe con esta limitación de las ciencias duras: es posible deducir leyes mediante un proceso puramente reflexivo. ¿Por qué? Porque las leyes que mueven la economía, las creamos nosotros mismos, mediante un proceso de reflexión idéntico, para movernos en el mundo económico.

En las ciencias duras, sólo podemos adivinar. En las ciencias de la acción humana, podemos reflexionar.

Un ejemplo sencillo de que esto es posible:

Imaginemos que tenemos un grupo de personas en una esquina, que van a jugar una carrera. Tienen la libertad de ir a la esquina adjunta por el camino más corto, o rodeando toda la manzana, y recorrer tres cuadras en lugar de una.

Evidentemente, podrían elegir el camino más largo pero, ¿quiénes van a llegar antes? Si todos piensan como nosotros, los analistas, lo cual es básicamente así en economía, podríamos establecer una ley: todos van a ir por el camino más corto.

Acá se ve más claro: esto se puede hacer en las ciencias de la acción humana, porque no estamos conjeturando, como en el caso de las ciencias físicas, acerca de relaciones causa efecto que nos son invisibles. Estamos reflexionando acerca de nuestra propia forma de acción. No hay diferencia en el modo de reflexión de los individuos actuantes que estudiamos, y el modo de reflexión del analista. Son exactamente lo mismo.

Por supuesto, esto último puede tomarse como una hipótesis de trabajo, de carácter conjetural. Pero una vez que aceptamos esta conjetura, lo demás viene sólo.

Ahora, yendo al caso de para qué puede servir utilizar la praxeología, si parece tan trivial, pues, basta leer cualquier artículo que analice una situación económica, proveniente de cualquier pensador de la línea austríaca.

Para empezar, fijate en mis post sobre temas económicos. El último, en el que decís que es difícil no estar de acuerdo conmigo, es eso: tiene toda una estructura praxeológica: no hay ninguna explicación racional para justificar los monopolios estatales excepto por un tema de cuota de poder de la clase política, del estado. ¿Cómo se revela esto? Mediante el razonamiento praxeológico, que es un método puramente racional.

Esa es la enorme fuerza de la metodología praxeológica. Negado por el poder político, por las ideologías intervencionistas y socialistas, que ven amenazado su poder y sus creencias.

12 de julio de 2007, 13:49:00 GMT-7  
Blogger Wolvh Lórien ha dicho...

Carlos, escribí algo más elaborado sobre el tema en mi blog.

17 de julio de 2007, 16:04:00 GMT-7  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio